Cenicienta dijo que fu茅ramos amables, tuvi茅ramos coraje y que crey茅ramos siempre en un poco de magia.
Ella est谩 equivocada.
Para sobrevivir en mi mundo, tienes que estar muerta por dentro, estar en guardia en todo momento y nunca so帽ar con lo imposible.
Nunca puedes so帽ar con nada porque no puedes dejar de trabajar para la mafia polaca.
Pero te pueden robar.
Bueno, algo as铆.
Cuando Gabriel Demir, jefe de la mafia turca, ataca a mi jefe, quedo atrapada en el fuego cruzado.
Me toman cautiva, me interrogan y pronto me encuentro nuevamente en la posici贸n de sirvienta, solo que esta vez es para los turcos en lugar de los polacos.
Esta vez es para un hombre peligrosamente atractivo y no para el loco que he conocido toda mi vida.
Esta vez me encuentro fantaseando con mi jefe en lugar de so帽ar con formas de escapar.
Esta vez no estoy amenazada por el dolor y la muerte, sino por el placer.
Pero ¿puedo quitarme el uniforme de sirvienta y ponerme un vestido de fiesta?
¿Me atrevo a cruzar esa l铆nea solo por un momento en el centro de atenci贸n?
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